Actúan: Jodelle Ferland, Jeff Bridges y Janet McTeer
Basada en la novela de Mitch Cullin.
La historia de Jeliza Rose, hija de un par de drogadictos que no le dan ninguna estructura, se aferra a su libro de "Alicia en el país de las maravillas" y al mismo tiempo se aferra a su propio mundo de fantasía. Primero muere su madre de una sobredósis y su padre, aterrado porque una trabajadora social se lleve a Jeliza se la lleva a la casa de la abuela. Pero la abuela ya no existe, ya murió y dejó una casa abandonada, en ruinas. Sin embargo, ahí están a salvo (lo que sea que quiera decir estar a salvo para ellos). El padre de Jeliza se va de vacaciones después que ella le prepara su dosis y ella se va de viaje al ático de la abuela en donde encuentra ropa, sombreros, plumas y cosméticos suficientes para entretenerse hasta que le da hambre. Pero su padre sigue de vacaciones y no puede resolverle este pequeño detalle (Ni ningún otro).
Jeliza decide salir y se mete debajo de un autobús escolar volteado al lado de las vías del tren en donde platica con sus amigas las hadas y a donde la acompañan sus amigas Mustique, Glam Gel y otra, que no son otra cosa que cabezas de Barbies. Ahí ve por primera vez al fantasma que canta.
Al volver a casa su padre sigue de vacaciones. Y se queda en el viaje, pero ella se rehusa a admitir que murió o simplemente no distingue este estado del estado viajero, de todos modos su padre siempre está ahí sentado sin hacer nada.
Jeliza descubre muy desilusionada que el fantasma no es otra cosa más que una mujer que es muy sensible a los piquetes de abeja que tiene un hermano con problemas mentales y que viven con su madre muerta hace ya muchos años. Jeliza vive muchas aventuras extrañas con estos personajes y con sus muñecas, entre la fantasía retorcida de una niña que no ha tenido otras experiencias y la cruel y desquiciante realidad que le ha tocado vivir.
Terry Gilliam introduce su película con la advertencia, --Esta película le va a encantar a algunos, otros la van a odiar y otros no van a saber qué pensar. Me quedo en esta última categoría. No la odié ni me encantó, pero me puso a pensar en muchas cosas. Como él dice, --Hay que verla con los ojos inocentes de una criatura. Y sí, así la vi, con los ojos de una niña que acepta las cosas como las vive porque no ha vivido otra cosa. La pregunta es, ¿qué pasará cuando viva de otro modo? porque también dice Gilliam, --Pueden tirar a los niños muchas veces y siempre rebotarán.
Muy interesante, divertida, grotesca. Muy buena música de fondo, calidad de fotografía y de imagen.
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