
Dirige: Katherine Dieckmann
Actúan: Uma Thurman, Anthony Edwards & Minnie Driver
Escrita por: Katherine Dieckmann
Sinópsis: Otra historia sacada de los blogs. Al parecer una buena mayoría de blogistas son mujeres frustradas por una u otra razón, principalmente por la incapacidad de desarrollarse como lo que tenían planeado previo al matrimonio, a la maternidad, en este caso, o a cualquier otro tipo de rutina. (Mmm, me pregunto si no me estaré proyectando). El punto es que Uma Thurman representa a una escritora que ha decidido poner su carrera en pausa mientras cría a sus dos pequeños dentro de un matrimonio que ha perdido su lustre, donde la rutina ha desplazado a la creatividad y a la pasión.
No se sugiere que el papel de Thurman sea una quejumbrosa, de hecho me reconocí en varias situaciones (salvo que yo NUNCA viví en el Vilage de New York) y recordé cuando mi hija era pequeña y estaba llorando al ver por todo lo que pasé. No es una queja, es simplemente declarar que la ejecucuión de la maternidad NO es unicornios, días soleados y sentir que todo vale la pena cuando tu bebé te mira y dice --Mami. Es mucho más. Es cumplir uno de los roles como mujer para poder permitir que otros pequeños seres crezcan, es volverse completamente confiable y disponible para hijos y marido, es realmente negarte en aras de otros. No es fácil, aún y cuando una no trabaje fuera de casa (que no fue mi caso porque yo empecé a trabajar en cuanto Ame cumplió como 8 meses). Sin embargo, sí, ahí está la queja y es válida. Pero también están las amigas, el esposo amoroso que parece que no le importa nada cuando en realidad está viendo cómo mejorar todo, los mismos hijos que exigentes y todo saben agradecer con sonrisas y besos y --Eres la mejor mami (Sí, aunque suene a comercial de cualquier producto anunciado en telenovela.)
Y lo mejor es la aparición del guapérrimo Mikesh. No es cierto, lo mejor es el esposo y la sorpresa totalmente inesperada y generosa del cheque que obtuvo por haber vendido su primera edición de Emerson para pagar una guardería y una lavadora para que su esposa tuviera tiempo de escribir. Llega una edad en la que ya no quieres muchachitos jóvenes y sexys que bailen y reconozcan lo bien que te ves a pesar de tu edad, sino ese hombre de tu edad que ve lo hermosa que eres a tu edad y que te quiere así, con tus arrugas, tus bolsas, tus lonjas y porque haces lo que haces y te alienta a seguir, te escucha y te mima. ¡Yo quiero un esposo así!
Por supuesto que lloré y me reí mucho. Muy agradable.
Buena imagen.
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